Invisible abrazo se brindó ayer...
es increible la conmoción que me embarga al
recordarme sentada,
así,
a tu lado
manteniendo una conversacion como nunca lo hicimos,
diciéndote cosas como nunca te las dije,
riéndome contigo,
siendo el reflejo de esa risa sólo las letras que componían tu nombre.
te hallé solo a ti
fui a ver a tres consanguíneos
y tu nombre es el único que apareció ante mis pies.
Te quiero tanto tío Miguel Villarroel,
que sólo a través de lágrimas es que puedo manifestarlo, reflejarlo, declararlo...
no sé como colocar ese milímetro cúbico de agua en este escrito,
no se como plasmar la pinza que ata mi garganta cuando conmemoro los brazos estrechados
marcar hondo mi subsistencia...
inhalo y exhalo, el líquido de mis ojos y de mi nariz no baja su caudal.
¡Cómo te explico lo bello de estar ahí contigo!
y que un alma pensante del universo como un amigo,
haya podido estar ahi conmigo para oir lo bello que exclamaba sobre tí.
Cuando sentía que el sol haría explotar mis emociones,
mire hacia la piedra que te cubre y cobija
y la acaricié,
imaginando en que estaría acariciando tus manos y tu cara
tu cabello y tu espalda,
coloqué una rosa,
cortada en una caminata hacia tu encuentro,
la misma con la que mi amigo se clavó por culpa de una espina
cuando me propuse tomar un poco de jugo sabor papaya
...se veía hermosa allí,
no se necesitaba más,
era tan rosada, era tan nativa, tanta sustancia impresa, era tan simbólica como tus manos,
era tan tú.
No sabes cuanto anhelo que el sol con sus rayos ultravioletas la haya derretido sobre esa piedra, que se haya vertido en ella, y que la piedra se haya hecho parte de ella.
asi fue, yo soy la piedra y tu la rosa
que palabra tan extasiada...como abrazo,
por ti le encontré noción, valor y sensibilidad.
Por lo mismo tío dilecto
un abrazo desde mi alma hacia usted,
a la infinitud de la eternidad,
de la inmortalidad,
del a-mor.
[sin-muerte]
