LÚCIDA SINCERIDAD

Un ave
que resuena el tímpano con su melodioso trinar,
camina frente a los ojos atentos
transmitiendo que no siente peligro en el lugar.

Bajan dos más
junto a dos hojas secas que vuelan
lejos de la primavera.

Rodean
los árboles ya enrraizados junto a los años
y el viento disfrazado de manto enblanquecido
se posa tranquilo percibiendo
cómo rodean los pasos del silencio.

Caminando
sin miedos sobre el tierno verde pasto
que enfunda cada huella en un simultáneo
presente-pasado.
Y es ahora cuando se abre sendero la contemplación
que cultiva el alma de los ángeles
y renueva el espíritu ante la belleza de la creación,
cada hoja, cada flor nacida en secas, ásperas tierras,
cada parpadear inundado con su propia maravilla.
Ahora cuando un tímido rayo de luz sol se asoma
sobre el blanco papel marcado de tinta.

Bellas complejidades,
qué dificil verte desde esta simpleza!
Bella muerte,
tú con tus llantos y dolores!
llevas a germinar nuevamente a la vida,
cultivar esta alma de aprendizajes desde el amor,
ese amor,
redentor solemne de lágrimas y risas,
abrazos y azotes de incomprendidas verdades,
lázaro de laberintos oscuros y extraños,
confusos de ahogos y arrepentimientos
que iluminan en un vistazo hacia el cercano y lejano ayer
la coherencia de cada viaje, y su espinoso transitar.


Muerte - Nacimiento,
todo un punto infinito de comienzos...

¡ABRÁZAME ETERNIDAD Y
HAZME VIDA!