domingo, 14 de febrero de 2010

RECord-Ar

Sola, en su pieza, sentada sobre la cama de lado izquierdo a la ventana, son las 2:33 de la madrugada, y nuevamente no puede conciliar el sueño, está con una extraña sensación, mira a su alrededor y las cuatro paredes blancas resguardan su pequeño universo que la envuelve y que la abraza.
Momentos así son los que la transportan al pasado, momentos así son los que la llevan a recordar.

Y recordar, qué es?, es volver atrás dándole coherencia a los acontecimientos que movilizan nuestras vidas, los catalogados "buenos" y "malos" momentos,
los buenos que nos impulsan a seguir día a día,
y los malos son los que nos hacen anhelar volver a vivir de esos buenos,
son aquellos que nos suelen hacer entrar en el remolino eterno del “si hubiera”,
hasta que en un segundo el presente nos rescata de golpe de todos esos fantasmas,
cumpliendo la labor de un salvador momentáneo, que no borra ni nos hace olvidar nada de lo pensado.

Y mientras estamos en ese remolino imaginamos superponer algunas escenas por otras que sólo están en nuestras mentes, superponiendo las que en la realidad se convirtieron en hechos, por las que nunca nadie sabrá que tuvimos o tenemos como intención.

Volvemos una, otra y otra vez, algunas son tan fuertes que nos mantienen noches enteras despiertos, o durmiendo a saltos... si es que logramos concebir el sueño,
acompañandonos solamente de lágrimas o risas melancólicas, porque no nos permitirnos estar con nadie más que nosotros, y es que cuando abrimos este espacio a ese otro, no experimentamos ese torbellino de la misma forma, se hace distinto porque hay que poner en palabras todas las cosas que nos atraviesan, algunas con la misma velocidad de la luz...


continuará...

CONFESIÓN

 El 2022 fue un año de revelaciones. Principalmente a mi mundo interno fueron otorgadas respuestas que desde temprana edad me fueron vedadas...