Compañero de sonrisas
Compañero de melancolías
Compañero de mi soledad
Compañero de luz.
Cuando tomas mis manos
y las envuelves en silencio
tus ojos destellan
escalofríos en mi cuerpo.
Te reconozco en cualquier gesto,
con cada palabra te recuerdo,
con cada paisaje te imagino
fotografiando nuestro destino.
Y ahora que estás frente a mí
no puedo dejar de decir,
Dame un beso y un abrazo
cobíjame en tus encantos
vivamos en el ahora
y haz que el día sean mil horas.
Los lunares de mi cuerpo
crean ante tí un camino
de la espalda hasta el ombligo,
desde las mejillas sonrrojadas
hasta mis suspiros.
Escucha con tus manos
que mi alma te está hablando,
y susurra en mis oídos
las aricias que ayer escribimos.
Quita con tu boca
las palabras que estorban,
ilumina con tus ojos
relumbrantes el tesoro.
Guarda en tus brazos
la intimidad que hemos soñado.
Dame un beso y un abrazo
cobíjame en tus encantos,
vivamos en el ahora
y haz que el día sean mil horas.
