jueves, 4 de octubre de 2012

Soplido de despedida

Adentro tengo espeso,
tengo espeso hasta el aliento,
el aliento me provoca
y al aliento quitan horas.

Quitan horas a mi ojos
tus engaños que destrozan,
las preguntas que me rondan
son disparos a mi boca.

A mi boca son disparos,
a mi pecho son estacas,
las mentiras que lanzaste
sobre mi cuerpo de hoja.

Quebrajada con los días,
atrapada en tus historias,
acumulando en mis meses
falsos sueños de tu sombra.

Creo en muchas cosas, sí,
pero ya no creo en tí,
porque no soy un juguete,
tengo alma estoy presente.

Estoy presente, sí,
con dolor entre mis manos
porque mi alma fue vagando
y recién la vengo encontrando.

Así, ahora me despido,
digo adiós con un soplido,
y apenas nos miraremos
porque no nos merecemos.

Aún si pudiera escoger
aún sin permitirnos ser,
cantaré esta canción
mientras acecha el  tal vez.


CONFESIÓN

 El 2022 fue un año de revelaciones. Principalmente a mi mundo interno fueron otorgadas respuestas que desde temprana edad me fueron vedadas...