lunes, 21 de mayo de 2012

Reconciliación

Alma mía, te entrego a tí mi vida,
ego mío debo quitarte el mando del concierto,
y es que fui yo quien no distribuyó bien los instrumentos.

Lo siento, no supe qué más hacer con lo que tenía.
Por favor, dame una nueva oportunidad multiverso y sé mi guía.
Perdóname, por toda falta y deseo de no continuar en la orquesta de mis días.
Te amo, espíritu mío y te decreto mi respeto.
Gracias, infinitas por amarme vida mía, por no abandonarme
cuando te lo he exigido con palabras arrogantes y silencios.

Sintonía, sé presente en mi río de agua ardiente,
que las canchas de tu tierra embarren mis pies y mi frente,
abrázame y quédate,
ayúdame a componer la sinfonía de mi vida,
alma mía,
yo me quedo contigo y tu conmigo,
 aquí y ahora,
por siempre y para siempre.

¿Empecemos con un respiro,
con los ojos cerrados y una exhalación fuerte?

Que comience.


No hay comentarios:

CONFESIÓN

 El 2022 fue un año de revelaciones. Principalmente a mi mundo interno fueron otorgadas respuestas que desde temprana edad me fueron vedadas...